En octubre de 2020, Nigeria se vio sacudida por grandes protestas contra la unidad policial SARS, acusada de perpetrar graves actos de violencia contra ciudadanos nigerianos.

¿Quién es usted?

Tengo 35 años. Actualmente trabajo en una empresa petrolera y soy el fundador de un grupo de defensa llamado “The Nigerian Advocate”, un grupo dedicado a promover la buena gobernanza, la equidad, la responsabilidad y la realización del sueño nigeriano. Estoy casado, tengo dos hijos y resido en la isla de Lagos, Nigeria.

 

¿Cómo vivías antes de que empezara el movimiento (económicamente, socialmente, experiencias significativas)? ¿Qué le llevó personalmente al movimiento?

 

Llevo la vida de un nigeriano medio que va a trabajar todos los días y utiliza el peaje de Lekki a diario. La protesta #EndSars comenzó como un juego de niños y es más profunda que su nombre. SARS son las siglas de “Special Anti-robbery Squad”, una unidad de la policía nigeriana encargada de detener y tratar a los ladrones armados y a los delincuentes empedernidos de la sociedad nigeriana. La unidad se creó a principios de la década de 1990 para ayudar a reducir el alto índice de robos a mano armada y de delincuencia en la sociedad. Su puesta en marcha ha ido bien, pero con el tiempo se desvió debido a la corrupción y la codicia y empezó a acosar, matar, mutilar, extorsionar y otros vicios sociales a ciudadanos inocentes. Se han escrito una serie de peticiones a la autoridad superior contra el SARS sin que las autoridades hayan tomado ninguna medida significativa. La protesta #EndSars es algo más que el fin o la supresión de la unidad y otras formas de brutalidad policial, sino también un llamamiento a la buena gobernanza. Apoyé el movimiento porque era una llamada de atención a las autoridades y al buen gobierno.

 

¿Cómo reacciona la población en general ante la manifestación? ¿Cuál es la reacción de la clase política (medidas adoptadas, represión)?

 

Hubo una reunión de jóvenes, incluyendo jóvenes celebridades nigerianas, músicos, ONGs, grupos de presión, grupos de la sociedad civil, etc. apoyando las protestas e incluso proporcionando comida, movilidad, etc. durante los muchos días de la protesta. La protesta tuvo lugar en las principales ciudades del país: Lagos, Abuja, Port Harcourt, Osogbo, Anambra, Imo, Delta, Abia, etc. La clase política abogó por el cese de la protesta, y varios gobernantes instituyeron una comisión judicial de investigación para conocer el historial de brutalidad policial e indemnizar a las víctimas si fuera necesario. Sin embargo, la opinión pública no se dejó influir por esta actitud, ya que no era la primera vez que se hacían promesas de este tipo, incluso en otros ámbitos. La situación era tan grave que el gobierno del estado de Lagos declaró el toque de queda para obligar a los manifestantes a abandonar la carretera y regresar a sus casas.

 

¿La reunión de la gente para las reivindicaciones comunes dio lugar a una solidaridad particular?

 

Sí, la reunión de la gente dio lugar a una solidaridad común con el objetivo de lograr la buena gobernanza y la acción del gobierno a todos los niveles.

 

¿Cómo se explica que el movimiento haya perdido impulso a finales de octubre?

 

Cuando el gobierno del estado de Lagos impuso el toque de queda, que debía comenzar a las 6 de la tarde y terminar a las 5 de la mañana, los manifestantes se negaron a volver y se llamó al ejército para que ahuyentara a los manifestantes, pero en lugar de eso, llegaron con armas y fuerza y abrieron fuego contra los manifestantes, matando a varios jóvenes, mientras que otros manifestantes huyeron del peaje donde se produjo el tiroteo. El suceso fue incluso bautizado como “#Lekkimassacre”. La acción de los militares hizo que el movimiento decayera.

 

Una revuelta basada en el deseo de un mundo mejor, teniendo en cuenta cómo van las cosas hoy, ¿ha cambiado su visión del “mundo ideal”? ¿Qué espera para su país y, más ampliamente, para el mundo?

 

Mi visión del mundo ideal de imparcialidad, equidad, responsabilidad y justicia no ha cambiado. Espero que la protesta y el movimiento manifestados por los jóvenes hayan enviado un mensaje a la clase dirigente de que, a medida que nos acercamos a las elecciones generales de 2023, las cosas deben cambiar para mejor o, de lo contrario, podría producirse una revolución. Así es como quiero que sea el mundo, donde un hijo de un don nadie pueda llegar a ser alguien, donde la clase dirigente deje de oprimir a la clase baja, donde las elecciones sean libres y justas y donde la voluntad del pueblo siempre prevalezca.

 

El final del movimiento se ha descrito a menudo como un abandono prematuro. ¿Le parece razonable la decisión de detener el movimiento para evitar una pérdida excesiva de vidas?

 

El movimiento terminó prematuramente debido a la intervención del ejército, que causó decenas de muertos, y a pesar de que los cinco puntos planteados por los jóvenes al gobierno no se han aplicado hasta ahora. La decisión es buena y muy razonable para evitar la pérdida excesiva de vidas de manifestantes desarmados.

 

La edad media en Nigeria es de 18 años, lo que hace que su población sea muy joven. ¿Cómo ve el papel de los jóvenes en el movimiento para acabar con el sars?

 

El movimiento de protesta #EndSars es un concepto juvenil, nacido de varios años de brutalidad policial contra jóvenes etiquetados como delincuentes y otras formas de acusación contra ellos. Por ello, el papel de los jóvenes ha dinamizado el movimiento, que se ha hecho viral en todo el mundo.