El movimiento comienza en septiembre de 2020, tras la aprobación de las leyes de liberalización del sector agrícola. El sector agrícola sigue teniendo un peso importante en la economía india. La producción agrícola es principalmente local, en pequeñas explotaciones, al margen de las industrias agroalimentarias. Los ingresos de esta actividad son esenciales para la población. Las leyes que suponen un problema para los agricultores y la población india tienen como objetivo eliminar la carga de los agricultores en la India. Aunque esto pueda parecer positivo a primera vista, estas medidas tienen efectos perversos que afectan directamente a la población india. La suspensión de las tasas convierte la tierra india en un verdadero paraíso para las grandes empresas agrícolas que desean aumentar sus beneficios. Por lo tanto, estas empresas vienen a instalarse en la India, en detrimento de las pequeñas explotaciones agrícolas indias. Además de la retirada de los llamados proyectos de ley agraria “anti-campesinos”, los manifestantes indios exigen numerosas medidas sociales, como ayudas económicas para las familias más pobres, cobertura universal para los trabajadores, un salario mínimo y una mayor asignación del PIB a los sectores de la educación y la sanidad. También proponen y exigen medidas urgentes para contener la subida de precios en el país. Las protestas comenzaron en agosto, iniciadas por los agricultores. Los sindicatos de agricultores y otros se reagruparon y organizaron rápidamente, y la movilización creció, especialmente en los estados de Punjab y Haryana, donde el sector agrícola es importante. Los sindicatos están llamando a un “bharat bandh” (literalmente “cerrar la India”), lo que equivale a una convocatoria de huelga general. En el estado de Punjab se estableció un bloqueo ferroviario, pero los manifestantes fueron víctimas de su propio éxito: el bloqueo ferroviario se mantuvo durante tanto tiempo y con tanta eficacia que la población temió que se agotaran los recursos. La acción se detuvo en octubre y los sindicatos y los agricultores se reunieron en la capital, Nueva Delhi. El 25 de noviembre, los manifestantes llegaron a las puertas de Nueva Delhi, pero la policía ya estaba allí. Utilizaron gases lacrimógenos y cañones de agua para repeler a los manifestantes e incluso dañaron las carreteras para impedir su entrada en la capital. A raíz de estos acontecimientos, el gobierno quiso establecer un diálogo con los líderes sindicales y dedicó un barrio de la capital (lejos del parlamento) a las manifestaciones. Una parte de los manifestantes aceptó este compromiso y se manifestó en la zona dedicada al movimiento, pero otra parte rechazó este sistema, permaneció en las afueras de la ciudad y bloqueó las carreteras. 50 sindicatos agrícolas están en huelga, así como muchos otros sindicatos de trabajadores. Algunos opositores (figuras políticas) han sido encerrados en sus casas por la policía.
El 29 de noviembre de 2021 se eliminan las leyes : el movimiento sale victorioso. Los agricultores abandonan los campamentos en torno a Nueva Delhi y los activistas celebran su victoria. Sin embargo, algunos agricultores matizan su victoria : si han ganado la batalla contra esta ley, aún no han ganado la guerra contra la progresiva degradación del mundo agrícola indio y por una mejor condición de vida.
El movimiento ha tenido una amplia repercusión en los medios de comunicación de todo el mundo, y ha sido calificado como “la mayor huelga de la historia”. En muchos países se celebraron manifestaciones de apoyo al pueblo indio. La ONU intervino el 5 de diciembre para recordar al gobierno indio la necesidad de permitir las protestas y respetar el derecho de expresión de la oposición.
Participantes : hasta 250 millones (26 de noviembre de 2020)
Muertes : 537
Situación
Reacciones internacionales
Cifras clave
Situación
El movimiento comienza en septiembre de 2020, tras la aprobación de las leyes de liberalización del sector agrícola. El sector agrícola sigue teniendo un peso importante en la economía india. La producción agrícola es principalmente local, en pequeñas explotaciones, al margen de las industrias agroalimentarias. Los ingresos de esta actividad son esenciales para la población. Las leyes que suponen un problema para los agricultores y la población india tienen como objetivo eliminar la carga de los agricultores en la India. Aunque esto pueda parecer positivo a primera vista, estas medidas tienen efectos perversos que afectan directamente a la población india. La suspensión de las tasas convierte la tierra india en un verdadero paraíso para las grandes empresas agrícolas que desean aumentar sus beneficios. Por lo tanto, estas empresas vienen a instalarse en la India, en detrimento de las pequeñas explotaciones agrícolas indias. Además de la retirada de los llamados proyectos de ley agraria “anti-campesinos”, los manifestantes indios exigen numerosas medidas sociales, como ayudas económicas para las familias más pobres, cobertura universal para los trabajadores, un salario mínimo y una mayor asignación del PIB a los sectores de la educación y la sanidad. También proponen y exigen medidas urgentes para contener la subida de precios en el país. Las protestas comenzaron en agosto, iniciadas por los agricultores. Los sindicatos de agricultores y otros se reagruparon y organizaron rápidamente, y la movilización creció, especialmente en los estados de Punjab y Haryana, donde el sector agrícola es importante. Los sindicatos están llamando a un “bharat bandh” (literalmente “cerrar la India”), lo que equivale a una convocatoria de huelga general. En el estado de Punjab se estableció un bloqueo ferroviario, pero los manifestantes fueron víctimas de su propio éxito: el bloqueo ferroviario se mantuvo durante tanto tiempo y con tanta eficacia que la población temió que se agotaran los recursos. La acción se detuvo en octubre y los sindicatos y los agricultores se reunieron en la capital, Nueva Delhi. El 25 de noviembre, los manifestantes llegaron a las puertas de Nueva Delhi, pero la policía ya estaba allí. Utilizaron gases lacrimógenos y cañones de agua para repeler a los manifestantes e incluso dañaron las carreteras para impedir su entrada en la capital. A raíz de estos acontecimientos, el gobierno quiso establecer un diálogo con los líderes sindicales y dedicó un barrio de la capital (lejos del parlamento) a las manifestaciones. Una parte de los manifestantes aceptó este compromiso y se manifestó en la zona dedicada al movimiento, pero otra parte rechazó este sistema, permaneció en las afueras de la ciudad y bloqueó las carreteras. 50 sindicatos agrícolas están en huelga, así como muchos otros sindicatos de trabajadores. Algunos opositores (figuras políticas) han sido encerrados en sus casas por la policía.
El 29 de noviembre de 2021 se eliminan las leyes : el movimiento sale victorioso. Los agricultores abandonan los campamentos en torno a Nueva Delhi y los activistas celebran su victoria. Sin embargo, algunos agricultores matizan su victoria : si han ganado la batalla contra esta ley, aún no han ganado la guerra contra la progresiva degradación del mundo agrícola indio y por una mejor condición de vida.
Reacciones internacionales
El movimiento ha tenido una amplia repercusión en los medios de comunicación de todo el mundo, y ha sido calificado como “la mayor huelga de la historia”. En muchos países se celebraron manifestaciones de apoyo al pueblo indio. La ONU intervino el 5 de diciembre para recordar al gobierno indio la necesidad de permitir las protestas y respetar el derecho de expresión de la oposición.
Cifras clave
Participantes : hasta 250 millones (26 de noviembre de 2020)
Muertes : 537
Última actualización : 06/01/2022
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