El movimiento se inicia el 15 de marzo de 2019 como reacción al llamado proyecto de ley de “extradición”. Hong Kong tiene un estatuto especial que le otorga una gran autonomía jurídica. Con esta ley, cualquier persona que viva o pase por Hong Kong y sea sospechosa de estar directa o indirectamente vinculada a una actividad considerada delictiva por China podría ser extraditada a este país. La autonomía jurídica se ve así muy reducida. Además, las actividades consideradas delictivas por China no se limitan al terrorismo, sino que abarcan también a los periodistas y a cualquier otro opositor político al régimen chino mediante el concepto de “influencia extranjera”. La población de Hong Kong estaría entonces bajo el temor constante de la dictadura china, que representaría una amenaza definitiva para la libertad y la seguridad de sus ciudadanos.
Además, las fortísimas desigualdades sociales y la miseria presente en el país favorecen la explosión social. El 15 de marzo, muchos ciudadanos se reunieron y realizaron una sentada en el complejo del gobierno central. Los activistas exigieron la retirada de la enmienda a la ley de extradición. Las manifestaciones se organizaron a partir del 31 de marzo y fueron creciendo: el 9 de junio, día de huelga, 1,3 millones de manifestantes salieron a la calle para expresar su ira. El gobierno reconoció entonces las manifestaciones, pero reafirmó que la segunda lectura del proyecto de ley tendría lugar el 12 de junio. Ese día se volvió a convocar una huelga y tuvo lugar una gran manifestación. Durante estas manifestaciones, la policía de Hong Kong utilizó grandes cantidades de gas lacrimógeno (a veces en zonas cerradas) y balas de goma. Los periodistas son a menudo el objetivo de la violencia policial y las redes sociales se utilizan para desviar la censura de los medios de comunicación.
El 15 de junio, el jefe de gobierno anunció la suspensión del proyecto de ley, pero las manifestaciones no remitieron y los ciudadanos exigieron ahora la dimisión del jefe de gobierno y la condena de la violencia policial. También se exigió la liberación de los detenidos.
El 1 de julio, el Consejo Legislativo fue asediado por manifestantes.
El movimiento comenzó a perder fuerza en julio de 2019, pero las manifestaciones continuaron durante varios meses con amplias reivindicaciones: la introducción del sufragio universal, la creación de una comisión de investigación sobre la violencia policial, la disolución del consejo legislativo, etc. Un aspecto importante del movimiento es su falta de líder y de organización jerárquica.
Las manifestaciones de solidaridad con el pueblo de Hong Kong tienen lugar en muchos países: Canadá, Estados Unidos, Taiwán, Japón, Australia, Suiza, República Checa, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Bélgica…
El gobierno chino ha expresado su apoyo al Jefe del Ejecutivo de Hong Kong. Pekín se ha ofrecido incluso a desplegar el ejército en Hong Kong si ella lo desea, para restablecer el orden.
La Presidenta de Taiwán ha expresado su apoyo a los manifestantes de Hong Kong, viendo una similitud entre Hong Kong y su país y queriendo preservar la democracia en ambos países.
Muchos gobiernos afirmaron su apoyo al pueblo de Hong Kong, o al menos pidieron que se evitara al máximo la violencia en este movimiento (reacción a la violencia policial).
Estados Unidos apoya las protestas y ejerce presión económica y diplomática sobre China y Hong Kong. Sin embargo, durante el G20, Donald Trump propuso al presidente chino poner fin a todo el apoyo estadounidense a las manifestaciones de Hong Kong a cambio de la reanudación de las conversaciones sobre acuerdos comerciales con China. Su propuesta no tuvo éxito, y el gobierno estadounidense aprobó varias leyes destinadas a promover la autonomía de Hong Kong y a ir en contra de la ley de extradición.
Amnistía Internacional denunció el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía de Hong Kong contra los manifestantes. Según la organización internacional, el gobierno incumple el derecho internacional de los derechos humanos.
Heridos : más de 2600
Detenidos : 10.000
Pruebas : 2.210
~1,5 millones de manifestantes el 16 de junio
Situación
Reacciones internacionales
Cifras clave
Situación
El movimiento se inicia el 15 de marzo de 2019 como reacción al llamado proyecto de ley de “extradición”. Hong Kong tiene un estatuto especial que le otorga una gran autonomía jurídica. Con esta ley, cualquier persona que viva o pase por Hong Kong y sea sospechosa de estar directa o indirectamente vinculada a una actividad considerada delictiva por China podría ser extraditada a este país. La autonomía jurídica se ve así muy reducida. Además, las actividades consideradas delictivas por China no se limitan al terrorismo, sino que abarcan también a los periodistas y a cualquier otro opositor político al régimen chino mediante el concepto de “influencia extranjera”. La población de Hong Kong estaría entonces bajo el temor constante de la dictadura china, que representaría una amenaza definitiva para la libertad y la seguridad de sus ciudadanos.
Además, las fortísimas desigualdades sociales y la miseria presente en el país favorecen la explosión social. El 15 de marzo, muchos ciudadanos se reunieron y realizaron una sentada en el complejo del gobierno central. Los activistas exigieron la retirada de la enmienda a la ley de extradición. Las manifestaciones se organizaron a partir del 31 de marzo y fueron creciendo: el 9 de junio, día de huelga, 1,3 millones de manifestantes salieron a la calle para expresar su ira. El gobierno reconoció entonces las manifestaciones, pero reafirmó que la segunda lectura del proyecto de ley tendría lugar el 12 de junio. Ese día se volvió a convocar una huelga y tuvo lugar una gran manifestación. Durante estas manifestaciones, la policía de Hong Kong utilizó grandes cantidades de gas lacrimógeno (a veces en zonas cerradas) y balas de goma. Los periodistas son a menudo el objetivo de la violencia policial y las redes sociales se utilizan para desviar la censura de los medios de comunicación.
El 15 de junio, el jefe de gobierno anunció la suspensión del proyecto de ley, pero las manifestaciones no remitieron y los ciudadanos exigieron ahora la dimisión del jefe de gobierno y la condena de la violencia policial. También se exigió la liberación de los detenidos.
El 1 de julio, el Consejo Legislativo fue asediado por manifestantes.
El movimiento comenzó a perder fuerza en julio de 2019, pero las manifestaciones continuaron durante varios meses con amplias reivindicaciones: la introducción del sufragio universal, la creación de una comisión de investigación sobre la violencia policial, la disolución del consejo legislativo, etc. Un aspecto importante del movimiento es su falta de líder y de organización jerárquica.
Reacciones internacionales
Las manifestaciones de solidaridad con el pueblo de Hong Kong tienen lugar en muchos países: Canadá, Estados Unidos, Taiwán, Japón, Australia, Suiza, República Checa, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Bélgica…
El gobierno chino ha expresado su apoyo al Jefe del Ejecutivo de Hong Kong. Pekín se ha ofrecido incluso a desplegar el ejército en Hong Kong si ella lo desea, para restablecer el orden.
La Presidenta de Taiwán ha expresado su apoyo a los manifestantes de Hong Kong, viendo una similitud entre Hong Kong y su país y queriendo preservar la democracia en ambos países.
Muchos gobiernos afirmaron su apoyo al pueblo de Hong Kong, o al menos pidieron que se evitara al máximo la violencia en este movimiento (reacción a la violencia policial).
Estados Unidos apoya las protestas y ejerce presión económica y diplomática sobre China y Hong Kong. Sin embargo, durante el G20, Donald Trump propuso al presidente chino poner fin a todo el apoyo estadounidense a las manifestaciones de Hong Kong a cambio de la reanudación de las conversaciones sobre acuerdos comerciales con China. Su propuesta no tuvo éxito, y el gobierno estadounidense aprobó varias leyes destinadas a promover la autonomía de Hong Kong y a ir en contra de la ley de extradición.
Amnistía Internacional denunció el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía de Hong Kong contra los manifestantes. Según la organización internacional, el gobierno incumple el derecho internacional de los derechos humanos.
Cifras clave
Heridos : más de 2600
Detenidos : 10.000
Pruebas : 2.210
~1,5 millones de manifestantes el 16 de junio
Última actualización : 28/12/2021
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